LEYENDAS Y CURIOSIDADES QUE SE ESCONDEN TRAS LAS CALLES DE ÁVILA.

Como todos ya sabéis, se acerca la festividad más terrorífica del año, la noche de Brujas o más bien conocida como Halloween; disfrutada en especial por los más peques de la casa y algunos no tan peques.
 
Desde Inmhogar Ávila, con motivo de la aproximación de esta fiesta, nos ha surgido la curiosidad de indagar en el pasado de nuestra querida provincia, Ávila, de la que hemos descubierto algunas leyendas y curiosidades que albergan nuestras calles y que hasta el momento desconocíamos; y, por ello, hoy queremos compartir con todos vosotros.
 
PASADIZO SECRETO EN LA CATEDRAL.

 
Hasta hace unos años, la existencia de un pasadizo en la Catedral de Ávila, se había mantenido como una leyenda con poca veracidad; pero en el año 2010 se llegó a hacer realidad, descubriendo un pasadizo subterráneo de 13 metros de longitud sobre el templo. Este pasadizo del que tanto se ha hablado a lo largo de la historia, parte de un pozo situado en la nave norte junto al trascoro.
 
Muchas son las teorías de su utilidad a lo largo de la historia; algunas cuentan que su función era garantizar una vía de huida rápida y segura; otras en cambio, dicen asegurar que se trataba de un paso secreto para facilitar la entrada de los soldados a la ciudad, ya que hasta el siglo XVII, la Catedral de Ávila tenía una doble funcionalidad, como templo y como fortaleza. Por lo tanto, los soldados se albergaban allí si existía el riesgo de ataque o peligro. Pero la más antigua de todas las leyendas acerca de este pasadizo, cuenta que se trataba de una comunicación secreta entre la Catedral y el antiguo Palacio Episcopal.
 
De todas las leyendas que se escuchan acerca de este pasadizo, esta última, por ser la más antigua, no se trata de la más fabulosa. Una vieja leyenda de Ávila cuenta que dos enamorados, Jimeno, sirviente de la catedral, y Madrona, doncella del torreón, de familias enemistadas que les prohibían su noviazgo; ante este hecho, cuentan “las malas lenguas” que hacían uso de un pasadizo que comunicaba sus pozos para poder verse y amarse en secreto. Esta leyenda de trágico final, acaba con la muerte de Madrona a manos de la familia de Jimeno, al enterarse del romance y conocer los encuentros de los amantes; cobrando la leyenda veracidad por todos aquellos que alguna vez la habían llegado a escuchar.
 
LA CALLE DE LA VIDA Y LA MUERTE.

 
En esta calle, también conocida como la calle de la Cruz Vieja por la gran cruz de madera que a día de hoy se conserva y que bordea los muros de la Catedral, guarda una leyenda relacionada también con un romance y con un trágico final, por lo que es conocida con el nombre de calle de la vida y la muerte.
 
En 1520, el pintor Cristóbal Álvarez llevó a cabo un encargo que consistía en la restauración de un retrato de Beatriz Dávila, una joven abulense perteneciente a la nobleza que vivía en el Palacio de los Velada. Cristóbal Álvarez, se enamoró profundamente de la joven, acudiendo cada día a observar la pintura de su amada o merodeando cerca de las calles contiguas de la Catedral para poder verla.
 
Un noble, miembro de la familia de los Águila, enamorado también de la joven, al enterarse de que el pintor suspiraba por el amor de la muchacha, ciego de celos, fue en busca de Cristóbal. Al encontrarle en la calle de la Cruz Vieja (de la Vida y la Muerte), comenzaron una fuerte discusión que acabó convirtiéndose en un enfrentamiento, culminando en la muerte del noble de la familia de los Águila. Tras lo sucedido, el pintor huyó a combatir a Flandes.
 
En uno de los muros de la catedral de esta calle, a lo alto, se sitúa una piedra tallada representando dicha leyenda, con la imagen de una calavera, un cuerpo inerte y, por encima de ambas imágenes, una bella dama.
 
EL ESCUDO DE ÁVILA.

 
¿Conoces la verdadera historia de nuestro escudo? La leyenda que os traemos a continuación, desvela el origen y los acontecimientos que lo rodean.
 
A principios del siglo XII, el Rey de Aragón, Alfonso I el Batallador, estaba casado con Doña Urraca, Reina de Castilla, la cual tenía un hijo perteneciente a un matrimonio anterior al que correspondía ser el futuro heredero del reino. Este hecho no era aprobado por Alfonso I, quién lo manifestaba con su actitud y, por consiguiente, la reina decidió huir a la ciudad de Ávila con su hijo.
 
El rey aragonés decidió seguirles en busca del niño, y al llegar a la ciudad amurallada pidió que se lo enseñaran para corroborar que el niño se encontraba allí. En efecto, eso hicieron, mostrándole al niño por encima de las almenas de las murallas, el futuro rey, como el propio dibujo de nuestro escudo representa.
 
LAS HERVENCIAS.

Pero esta leyenda no acaba aquí; ya que Alfonso I no conforme con el resultado por no ser capaz de reconocer al niño por la distancia, con el fin de poder acercarse más a las murallas sin que su vida corriera riesgo, pidió unos rehenes.
 
Los habitantes abulenses ofrecieron un total de 70 caballeros, que inmediatamente fueron apresados por el rey aragonés. Éste, viendo que el ataque a la ciudad de Ávila resultaba imposible, decidió retirarse de la ciudad y, tras haber resultado un final no deseado por su parte, llevo a cabo una venganza muy cruel; que consistió en sumergir en grandes ollas de aceite hirviendo a los 70 caballeros apresados. Estos hechos tuvieron lugar en la zona conocida ahora como las Hervencias.
 
LOS CUATRO POSTES.

 
El origen de uno de los monumentos más conocidos de nuestra ciudad, los Cuatro Postes, o el Mirador de Ávila por la vista espectacular de la ciudad que desde allí se puede apreciar, está relacionado con la leyenda que os traemos a continuación.
 
Hacia el año 1157, los habitantes abulenses decidieron agradecer el fin de la epidemia de peste realizando una romería hacia la ermita de San Leonardo. El desalojo casi por completo de toda la población al acudir a la romería para agradecer seguir con vida, fue aprovechado por los musulmanes, quiénes acechaban en busca de cualquier intento de asalto para robar la ciudad. En efecto, así fue, y tras el asalto huyeron con el botín.
 
Al enterarse de lo ocurrido, se forman dos partidas que salen en persecución de los asaltantes; pero éstos, retroceden hacia la ciudad amurallada y se encierran en ella. Las partidas de hombres abulenses al regresar a la ciudad, se encuentran con sus puertas cerradas y los musulmanes dentro ejerciendo de alcaides.
 
El Rey Sancho III de Castilla, actuó en persona como intermediario entrando en Ávila y echando a sus asaltantes, decretando que vivieran siempre en extramuros sin ningún tipo de privilegio, dando lugar al origen de los arrabales medievales.
 
En base a los acontecimientos, se decidió realizar la romería cada año y la construcción de un monumento a las afueras de la ciudad, los Cuatro Postes, para dejar en la memoria los acontecimientos ocurridos.
 
Hasta aquí, unas pocas de las muchas leyendas que se esconden tras las calles y monumentos de nuestra ciudad. Esperamos que os haya resultado de interés descubrir un poco más acerca de nuestra querida localidad y que aprovechéis el día de Halloween para disfrutar y compartir con vuestros seres queridos estas historias y leyendas que albergan en el corazón de la ciudad amurallada.
 
 

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